Es mucho riesgo dejar el éxito académico a la suerte


Al pensar en los estudiantes que se apuran por hacer su solicitud de ingreso a la universidad este otoño, me di cuenta con sorpresa que, a pesar de una orientación mínima —desde el tipo de cursos hasta los exámenes que debimos haber tomado— mis cuatro hermanos y yo fuimos a la universidad. Sin embargo, la falta de orientación en el proceso de ingreso a la universidad con frecuencia sabotea las oportunidades académicas de muchos estudiantes.

Éramos 1,000 estudiantes de primer año en mi generación, en una de las preparatorias más grandes de Chicago. Nuestro asesor académico no se daba abasto para atender a cientos de chicos a la vez y era fácil perdernos de orientación crucial. Ahora sé que no estaba tomando el tipo de cursos que me hubieran preparado más para los estudios universitarios y el examen SAT® de admisión a la universidad del College Board.

Para mi segundo año de preparatoria, me sentía desmotivada, y me estaba apartando de los cursos fundamentales. No sabía que debía estar tomando cuatro años de inglés, y entre tres y cuatro años cada uno de matemáticas, ciencias naturales e historia o ciencias sociales. Este currículo fundamental desarrolla el pensamiento crítico y las habilidades de lectura, y sienta las bases para el éxito en la universidad.

De pura suerte, me hice amiga de otros estudiantes que estaban inusualmente emocionados por los cursos avanzados AP®. Me inscribí de inmediato, desafiándome a mí misma con estas clases de nivel universitario que preparan a los estudiantes para tener un buen desempeño en la universidad y el examen SAT.  En este grupo de chicos motivados, la presión de los compañeros significaba que todos estábamos concentrados en asistir a la universidad.

La labor de los padres
Los padres piensan, ingenuamente, que en tanto sus hijos lleven a casa calificaciones decentes y no se metan en problemas, no hay razón para involucrarse demasiado. Estoy aquí para decirles que los chicos no deben hacerlo solos ni dejar la planificación universitaria a la casualidad. Aunque yo tuve suerte, esperar que los estudiantes emprendan solos el proceso de admisión a la universidad es una apuesta riesgosa que podría afectar de manera adversa el resto de sus vidas.

Los latinos son el futuro
Los latinos son los futuros líderes de este país; hay que estar preparados para tomar las riendas. Los padres de familia y los estudiantes deben buscar la ayuda de los asesores académicos con el fin de asegurarse que los chicos tomen las clases adecuadas, se matriculen en cursos avanzados, estudien con ahínco y se familiaricen con el examen SAT. Hay mucho en juego, no sólo para nuestras familias sino también para nuestro país.

Es el momento de inscribirse para los exámenes de admisión a la universidad, si hay planes asistir el año próximo. El examen SAT del College Board se realiza el 4 de diciembre. La mayoría de las universidades necesita recibir en enero los puntajes de los candidatos con el fin de tomar una decisión sobre su admisión. El año pasado, el examen SAT hizo posible que 1.6 millones de chicos tomaran la senda de la educación universitaria para labrarse una mejor vida para sí mismos y sus familias.

Información en español www.collegeboard.com/enespanol en la sección “Exámenes del College Board” o llama al número gratuito 1-866-756-7346 . Envía tus dudas a mcorral@collegeboard.org.

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