Julio César Chávez Jr. regresa para pelear nuevamente con Brian Vera, pero esta vez dice tener un poderoso motivo para dar el extra que se necesita para volver a los primeros planos
Desde su derrota ante el “Maravilla” Martínez, la carrera de Julio César Chávez Jr. tuvo un bajón considerable. Además de llevarse una paliza, perdió su calidad de invicto y encima de todo surgió el escándalo de dopaje. Fue como una avalancha de males para el hijo mayor de “la leyenda”.
En septiembre del año pasado regresó a los encordados para medirse con el texano Brian Vera. Ganó, pero volvió a perder en credibilidad. Los conocedores y el público que vieron el combate dijeron que fue un robo. Lo peor de todo fue la multa que Chávez Carrasco le tuvo que pagar a su adversario por no dar el peso requerido para la pelea.
Este sábado hay revancha. El júnior quiere demostrar que puede vencer a Vera de forma convincente. Para no tener problemas con el peso, la pelea se pactó en la categoría de los supermedianos (168 libras). ¿Estará listo el mexicano?
Según sus propias palabras Julio ha encontrado nuevas ilusiones para dar el extra. “Yo no solo peleo por mi país, ahora también lo haré por mi hija”, confesó a ESPN Deportes. La pequeña Julia le ha dado otro sentido de responsabilidad. La paternidad le ha cambiado la forma de ver el boxeo. Con 28 años de edad ha alcanzado otro grado de madurez.
El Alamodome será el escenario del combate del 1 de marzo. Un lugar que le trae buenos recuerdos. De tres veces que ha peleado allí ha ganado todas. Ahora quiere dejar atrás el estigma de su derrota ante Martínez y buscar nuevos horizontes en peso supermediano. Chávez busca allanar el camino rumbo al título del CMB que ostenta el camerunés Sakio Bika, pero antes tiene que quitarse de encima al peligroso rival de este sábado.
En la misma cartelera el sonorense Orlando “Siri” Salido expone su corona de peso pluma ante el ucraniano Vasyl Lomachenko, quien apenas disputará su segunda pelea como profesional. EC
