El “Cepillo” tiene dos fechas para alcanzar a Gignac en la lucha por el título de goleo, algo que se le ha negado a los mexicanos desde el 2011
Lo que mejor define a Oribe Peralta es la determinación. El delantero de las Águilas del América nunca deja de luchar, de buscar espacios, de pedir la pelota, de intentar una y otra vez. Esta mentalidad se ha convertido en su filosofía de vida.
A Oribe casi siempre le ha tocado competir con talentosos jugadores con pasaporte extranjero. Muchas veces ha sido relegado a la banca y ha aguantado estoicamente. Pero cuando le toca estar en cancha siempre responde con la entrega de un novato y con goles.
Hoy igual está en medio de una legión extranjera en su propio equipo, pero ahora él es el referente. Se lo ha ganado.
Uno de sus sueños es el de cualquier delantero centro, el de todo “killer”, ser campeón de goleo. No lo ha sido desde que debutó en primera división con Monarcas Morelia, en el 2003.
Pero este privilegio parece estar reservado a los foráneos. Fue en el 2011 cuando un mexicano dominó el duelo de artilleros, un rebelde de baja estatura pero con mucho talento llamado ángel Reyna. Desde entonces el campeón goleador ha llegado de otras tierras.
En este torneo Peralta sigue al acecho del gigante francés André-Pierre Gignac, quien en su primera temporada con Tigres comanda la tabla de goleadores con 11 pepinos (al momento de escribir esta nota le llevaba dos goles de ventaja al “Cepillo”). El de Torreón no puede bajar el ritmo, porque hay otro que les viene pisando pisando los talones, un matador de cepa que ya sabe lo que es coronarse en México. Se llama Mauro Boselli y está encendido.
Las oportunidades de gol del América tienen muchos destinatarios, como Benedetto, Darwin Quintero, Rubens Sambueza y otros. Esto podría restarle posibilidades a Oribe de seguir sumando. Lo bueno es que el equipo genera torrentes de llegadas y alguna que otra la tendrá que definir el “Hermoso”. Será cosa suya el saber aprovecharlas, pero conociéndolo, seguro estará en el lugar indicado para mover las redes y acercarse a un título que siempre ha soñado. EC
